En la tradición religiosa judía, el profeta Eliahu o Elías, referido en Reyes I y II del Antiguo Testamento, tiene una enorme importancia, sólo superada por la de Moisés. A lo largo de las generaciones, este profeta ha alimentado el imaginario popular con innumerables leyendas y relatos, trasmitidos oralmente o por escrito.